viernes, 21 de junio de 2013

¿Para que sirve eso del formato raw? ¿Es para mi?


   Todas las cámaras réflex y algunas compactas de las gamas más altas permiten capturar las imágenes, además de, por supuesto, en formato jpg, en un formato llamado raw.
 
   Tanto si tenéis una cámara que permita guardar las imágenes en este formato como si andáis buscando este tipo de cámaras, habréis leído u oído hablar sobre ello. Si tal vez habéis preguntado a algún "experto" fotógrafo de vuestro alrededor, sin duda os habrá dicho que si es muchísimo mejor, que si patatín, que si patatán...
 
   - Es cierto Diadoro. "Por tu culpa" me he comprado recientemente una réflex, pero es que salen tan bien las fotos en jpg, que me da reparo probar otra cosa, y... Uff.... Es que hasta el nombre suena mal... raw... Demasiado complicado para mi -
 
   Bueno, bueno, bueno.... Un poco de calma. En este artículo voy a tratar de explicar lo más sencillamente posible qué es, para que sirve y a quien le puede interesar disparar en formato raw sus imágenes, y una vez tengamos todos claro esto, ya queda en la decisión de cada uno decidir cual es el mejor formato para hacer sus fotografías.
 
  Porque, por extraño que os parezca leer lo que voy a decir en un blog de fotografía, yo no considero que el formato raw sea necesariamente la mejor opción para todo el mundo ni para todo momento. Sobre todo cuando estamos empezando con todo esto de la fotografía.
 
  En internet tenéis montones de artículos que argumentan de manera excelente las muchas razones por las que el raw es un formato mucho más versátil que el jpg, pero quien haya leído ya alguno de mis artículos sabe que los enfoco a todos aquellos que empiezan con esto de la fotografía y necesitan explicaciones sencillas y claras. Así que quien necesite argumentaciones técnicas, hablar de bits de profundidad de color, de algoritmos de compresión y de espacios de color, mejor que lo deje aquí e invierta su tiempo en algún otro foro más técnico.
 
  Todos los demás... Seguidme por aquí.




Claro, si cuando buscáis "raw" en internet lo primero que aparecen son estos señores con sus ajustados "shorts" y esas caritas de... (Cada cual que elija), es lógico que os de miedo seguir investigando sobre el formato raw. (Imagen obtenida de: free13k.com)

Primero, un poco de historia...

 
   Los primeros formatos gráficos para ordenador estaban mayoritariamente pensados para utilizar en impresoras profesionales y resultaban bastante pesados (Hablando en Kilobytes, no en kilogramos). Con la aparición de internet, surgió la necesidad de encontrar un formato gráfico que no ocupara tanto espacio y se pudiera transmitir a través de ultramodernos modems de 56kbps (¿Os acordais del ruidido que hacían al conectar?) sin tener que esperar interminables minutos hasta que apareciera la foto en pantalla.
 
   Pues bien, increiblemente se consiguió llegar a un acuerdo en cuanto al mejor formato para "aligerar" estos ficheros gráficos y se creó el formato JPG. Basándose en las capacidades y defectos de visión del ojo humano y en que somos capaces de "perdonar" ciertos defectos de calidad de imagen a cambio de no tener que estar media hora esperando a que cargue la siguiente foto que queremos ver, este formato consigue reducir en un alto porcentaje el tamaño de un archivo gráfico.
 
   Con el avance de la tecnología, tanto de las cámaras fotográficas y los formatos de almacenamiento, como de las velocidades de conexión a internet, el tamaño y "peso" de los ficheros ya no resulta tan importante como lo era hace 20 años (Imaginad varios diskettes para cada foto) y se nos abre la posibilidad de utilizar otros formatos.
 

 ... Y después, un poco de teoría.

 
   - Estupendo Diadoro. Nunca te acostarás sin saber una cosa más. Pero... ¿Me quieres explicar que puñetas es eso del raw y que lo diferencia del jpg?, Porque hasta ahora me quedo con el jpg... Si un formato informático dura ya más de 20 años y no lo han cambiado, por algo será... -  
 
   Pues porque cambiar un estándar cuesta un huevo, ni más ni menos. Convence a 300 millones de norteamericanos a comprar la gasolina por litros, las barras de a cuarto o los huevos por docenas...  
 
   Pero bueno, no me despistéis que yo me disperso fácilmente...
 
   Tal y como os he contado ya unas cuantas veces, una cámara de fotos funciona básicamente de este modo: (Si, soy un cansino, pero mejor repetirse que ignorar)
 
  Una vez hacemos click en el botoncito, la escena es captada por el objetivo y se graba en una superficie sensible a la luz, que es el sensor. Para decirle al sensor exactamente la cantidad de luz que tiene que captar, la cámara lleva un aparatito que mide la luz y que se llama fotómetro. Una vez el fotómetro decide la cantidad de luz que el sensor necesita, la cámara utiliza un diafragma, que, al igual que la pupila de un ojo, adapta su tamaño a la cantidad de luz que necesita. La combinación del tamaño del diafragma y el tiempo que el sensor está expuesto a la luz, es el que le ofrece al sensor la cantidad exacta de luz que necesita para captar la escena.
 
   Como acabo de comentar, el sensor capta en cada uno de sus píxeles la cantidad de luz adecuada para cada uno de los colores básicos que componen la imagen (Rojo, verde y azul). A partir de aquí, todas nuestras cámaras llevan dentro un estupendo procesador, que a modo de miniordenador, se encarga de traducir toda esa información captada por el sensor a un formato gráfico (Una foto, vamos). Utilizando el sistema de compresión jpg, dicho procesador "decidirá" cuales de los datos captados por el sensor serán útiles para la imagen y cuales son datos innecesarios, y eliminará estos últimos, consiguiendo reducir el tamaño del fichero a lo mínimo necesario, que se guardará en nuestra tarjeta de memoria como un fichero con la extensión jpg.
 
   ¿Más o menos está claro?.
 
- Vale Diadoro, a ver si lo he pillado. El sensor capta todos los datos de luz y color de la imagen, y el procesador decide de todos esos datos los que valen y los que no, desechando los que no valen y guardando los que valen en el jpg. ¿Es eso? -
 
¡¡Premio para el(la) caballero(señorita)!! Yo no lo habría sabido explicar mejor.
 
Por eso un fichero de una cámara de 10 Mpíxeles ocupa 3 o 4 Mb en lugar de los 10 Mb o más que debería ocupar (Cada píxel, al menos un bit). Los otros 6 Mb de información los desecha el procesador porque el ojo humano no es capaz de apreciar toda la información a la vez.
 
Pero... ¿Y si el procesador se equivoca?. ¿Y si lo que nos enseña el procesador en la pantalla de la cámara no se corresponde a la realidad? ¿Y si el mundo en el que vivimos no es como creíamos?
 

 
Permitir que un procesador decida como tienen que ser mis imágenes puede resultar, en último extremo, catastrófico. (Imagen: Un fondo de pantalla cualquiera de la película "The Matrix")
 
 
   Bueno, fuera de coñas. Los procesadores de las cámaras de fotos cada vez son mejores y aciertan con la realidad en la gran mayoría de situaciones. Pero existen algunas situaciones en que fallan miserablemente, o símplemente, como máquinas que son, captan la luz y los tonos de la escena, pero no pueden captar la intención del fotógrafo ni las sensaciones que transmite la imagen. Si tratamos de captar una bonita puesta de sol con sus fantásticas tonalidades, pero resulta que el flash se ha levantado y nos ha reventado los colores.... ¿Que podemos hacer?.
 
   Pues bien, aquí es donde entra en juego el formato raw.
 
   El formato raw no es ni más ni menos que toda la información que capta el sensor de la imagen, sin pasar por el procesador de la cámara. Guarda absolutamente todos los datos, así, en bruto. (De hecho, raw no son siglas como si lo son JPG, raw significa "crudo" literalmente en inglés).
 
 
   - "Ah, que bien Diadoro... Me compro una cámara con la última generación de procesador, el "Super Hiper Digic Expeed Exmor RX 17" y lo mejor que puedo hacer es saltármelo... Estupendo...   ¬¬  "
 
   A ver, a ver, tampoco es que mandemos a nuestro procesador de vacaciones cuando fotografiamos en raw. El procesador también hace su trabajo cuando disparamos en raw, solo que, en lugar de eliminar la información que considera no válida y guardar la que él considera "buena" en un jpg, nos sugerirá lo que él considera que es la información "buena" (Que es la que vemos en pantalla, por eso no hay diferencia entre un raw y un jpg vistos en la pantalla de la cámara), pero la guardará toda, para que seamos nosotros los que decidamos darle la razón o elegir otros parámetros de la imagen.
 
   - "Esto ya me suena mejor. Ahora me siento como si fuera el jefe de mi cámara... Ella hace el trabajo, pero si no me gusta el resultado, le puedo decir que lo repita de otra manera..."
 
  Bueno, más o menos. La cámara hará el trabajo, pero lo deja para que le demos el visto bueno. Si nos gusta, tendremos que darle el OK, y si no... Nos tocará revisarlo a nosotros.
 
- "Ok Diadoro, gracias. Ahora lo entiendo perfectamente, si no me gusta el resultado, lo puedo modificar, pero... Es que yo no tengo ni idea, ¿eso que es, con "fotochóp"?. Para manejar eso hay que hacer un máster..."
 
   Tranquilo todo el mundo que ni hay que ser un friki de la informática ni un maestro en artes gráficas para trastocar los parámetros básicos de una imagen raw. Ni tampoco tenemos que dejarnos medio sueldo en una licencia de Photoshop ni ser ningún Jack Sparrow...
 

¿Cómo y para qué modificar un raw?

 
   Al contrario que el jpg, que como estándar "de facto" que es de los formatos gráficos, se puede ver en cualquier cacharrete que tenga pantalla, el formato raw no es ni mucho menos un estándar. Cada marca tiene su extensión para los datos raw (.cr2 en Canon, .nef en Nikon, .dng para Adobe....), y para interpretar los datos necesitaremos los programas adecuados.
 
  Por suerte para nosotros, cada vez son más los programas de organización y retoque fotográfico que admiten estos formatos (Incluso el propio windows tiene una actualización para poder previsualizarlos), y no nos será complicado encontrar un programita para "trastear" con ellos. Por desgracia, los más famosos no son precisamente baratos. El que a mi más me gusta, el Adobe Lightroom, viene a valer unos 140€, y el archiconocido Adobe Photoshop ni os cuento.
 
  Como ninguno nos hemos caído de un guindo, todos sabemos, como simples aficionados sin ánimo de lucro que somos, que, por ahora, utilizar versiones "no oficiales" y gratuitas (¿Veis que sutil soy?) de este programa no está penado por la ley (Al menos aquí en España). De todas formas, no seré yo quien abiertamente aquí en el blog fomente este tipo de utilizaciones poco éticas de software con derechos de autor, por lo que para mis ejemplos utilizaré el software gratuito que viene junto a las cámaras de fotos para gestionar estos archivos raw. En mi caso, como "Canonista" declarado que soy, utilizaré el programa "Digital Photo Professional" que viene con todas las réflex de Canon, y que ofrece unos resultados excelentes y es relativamente sencillo de utilizar. Igualmente los "Nikonistas" tienen el potente ViewNX, algo más complejo de usar pero también gratuito, y bueno, el resto de marcas suministran algún software similar.
 
  Así que, sin más preámbulo (Que ya está bien), vamos a ver con un ejemplo, la razón por la que 9 de cada 10 dentistas con réflex deberían fotografiar en raw.
 
 
 
 
Una Imagen con mucho "glamour" de nuestro modelo favorito.
 
 
   Tal y como podéis ver, esta es la típica foto que iría sin ningún género de duda directamente a la papelera de reciclaje (Por no mencionar un lugar más cercano de la imagen). El entorno majestuoso, la iluminación perfecta, la pose ideal... Pero bueno, supongamos que mi Furby no está donde parece, si no que está asomado a un hermoso balcón de un patio interior de la Alhambra, de acceso prohibidísimo, y esta es la única imagen que hemos podido tomar antes de que 6 fornidos guardias de seguridad se abalanzaran sobre él para que abandonara el lugar.
 
   En esta imagen se aunan, sin ser nada exagerado, muchos de los defectos que suelen tener las fotos hechas deprisa y corriendo en un modo automático. Balance de blancos automático que bajo una luz cálida no ha sabido captar la tonalidad adecuada, imagen subexpuesta (Oscura), modelo ligeramente desenfocado por una velocidad de disparo demasiado lenta... Pero es que es la única foto que tenemos, así que vamos a tratar de "salvarla". Gracias a que hemos disparado en modo raw+jpg, tenemos la posibilidad de modificar el formato raw, con lo que no perderemos calidad de imagen con las modificaciones.
 
  Veamos pues del modo más sencillo posible, que podemos hacer con esta imagen.
 
 
 
No os agobieis con tanto botón y pestañita, como buen aficionado ansioso,  pasaremos olímpicamente de la mitad de las opciones.
 
 
   Bienvenidos al escritorio de trabajo del software de "revelado" raw DPP de Canon. Si tenéis otro software, el escritorio será parecido. Vamos pues a ver que podemos hacer con la imagen, tan solo modificando unos poquitos parámetros.
 
   En primer lugar, una de las razones más poderosas para trabajar con el formato raw es que no hace falta que nos preocupemos en absoluto por elegir el esquema de colores. Tanto el balance de blancos como el "estilo de imagen", podemos modificarlo tranquilamente después en el ordenador sin perder calidad en la imagen.
 
   Uno de los defectos más odiosos de mis cámaras Canon es que, a pesar del paso de los años, los ingenieros de la marca no han sido capaces de captar correctamente la luz que desprende una bombilla de las de toda la vida. Supongo que el hecho de que Japón sea el país de los neones ha provocado, además de esos ojillos chiquitines que tienen todos, que no sepan plasmar los tonos cálidos de una bombilla. Seguro que el tono azulado que dan los neones lo clavan, pero es que, señores japoneses, los latinos somos así.... Nos gustan las grandes comilonas, hablar a gritos... ¡¡Y LAS BOMBILLAS DE LUZ CÁLIDA!!
 
 - "¡¡Diadoro!! ... Anda, tómate la pastilla..." -
 
    Bueno, seguimos. Vamos pues a darle a esta magnífica cisterna de inodoro su hermoso blanco esmaltado natural. Cogeremos la pestañita de "Ajuste de equilibrio de blanco" que tenemos en la columna de la derecha y elegiremos la opción "Temperatura del color" hasta ajustar el color blanco a la realidad. (A la realidad o al tono que nos de la gana, que para eso la foto es nuestra).
 
 
 
Esto ya es otra cosa, ahora ya puedo decir que la foto es actual y no de los años 30.
 
 
   Finalmente he decidido que la temperatura de color adecuada eran los 2700K, y, efectivamente, ahora el blanco es blanco, y no esa cosa entre amarilla y roja que interpretó la cámara por culpa de la bombilla cutre que tengo allí.
 
 
- "Oye Diadoro... ¿Porque 2700K? ... ¿Porque el color se mide a modo de "temperatura"? ¿Que pasa si pongo 5800K?... Me estoy poniendo nervosio...."
 
 
  Queridos lectores y lectoras... ¿De verdad queréis que acabe este artículo este año?... Pues dejaremos este tipo de preguntas para mejor ocasión. Por ahora todo lo que debéis saber sobre la temperatura de color es que cuando el blanco no sea blanco y lo queráis blanco, moveremos la pestañita hasta conseguir el tono de blanco que queramos. Ya en otra ocasión si queréis dedicamos un artículo completo a las teorías del color... ¿De acuerdo?.
 
   Pues nada, seguimos...

  El siguiente paso, muy habitual en el post-procesado de fotografías es ajustar la luz de la imagen. La cámara ha seguido al pié de la letra las instrucciones que en su momento le dimos, ha analizado la luz existente en la escena, ha calculado los parámetros que ha necesitado, y ha hecho la foto.


- "Entonces... Si la cámara ha hecho bien su trabajo, ¿porque la imagen está oscura?"
 
   La cámara es una máquina que no tiene ni sentimientos ni sensibilidad artística. Ha analizado la escena, y, en el modo de medición matricial (De toda la escena, el habitual) ha calculado esos parámetros. ¿Porque?. Si os fijáis, la mayoría de elementos que componen la escena son de color blanco brillante (Azulejos e inodoro). Esto ha provocado que la cámara eligiera exponer adecuadamente esa parte de la imagen, dejando el resto de elementos algo más oscuros.
 
 
- "Joer Diadoro, te voy a llamar.... El hombre que susurraba a las cámaras de fotos. ¿Cómo puedes saber eso".
 
   No, no, ni estoy tan grillado como para hablarles a las cámaras de fotos ni soy ningún guru de la fotografía que sabe el resultado de una imagen antes de hacerla. La pista me la da este grafiquito:
 
 
No, no es el perfil de la etapa reina del Tour de Francia.
 Lo creáis o no, son datos de nuestra foto.
 
 
   Este es el "histograma" de la imagen. Que nadie se tire por el balcón, que no es tan complicado. No voy a entrar hoy en demasiado detalle de cómo se interpreta un histograma de una imagen. Tan solo os diré que es una gráfica de los tonos existentes en la imagen. A la izquierda los tonos oscuros, a la derecha los claros. La montañita más grande, que está a la derecha de la gráfica nos indica los tonos blancos del inodoro y los azulejos, centrados como veis en el punto 0 de exposición. La montañita del centro corresponde a los tonos del rojo, y la montañita de más a la izquierda la puerta de la ducha que es gris oscuro.
 
   ¿Que ha pasado?. Que al haber tanto blanco en la imagen, la cámara calculó para ellos y dejó los rojos demasiado oscuros. Vamos pues a tratar de solucionarlo aumentando algo la luz de la imagen.
 
 
 
 
¡Que! ¡Si hasta parece de día!
 
 
 
   Como veis, he modificado la barra de "Ajuste de brillo" en 0,67 puntos positivos, para darle más luz a la imagen. ¿Porque 0,67 y no más o menos?. Fijaros con detenimiento en la imagen. ¿Veis un pequeño puntito rojo en la tapa de la cisterna en su parte derecha?. No, no le ha salido ningún grano a mi inodoro. El programa me avisa con una luz roja de las partes de la escena que tienen tanta luz que han llegado al blanco puro y han perdido todo el detalle. Os habréis fijado que en vuestras cámaras a veces algunas zonas de la imagen parpadean en blanco y negro según el modo de visualización de la foto. Pues es lo mismo. Alarma de demasiada luz. Esta es la razón por la que me he quedado en 0,67. Si hubiera continuado subiendo luz, hubiera perdido más detalle de la extraordinaria textura de la cisterna.
 
   Para los curiosones, amplio el nuevo histograma:
 
 
 
Al aumentar el brillo, he movido a la derecha la gráfica
 
 
   Como podéis ver ahora, la montañita más grande (Azulejos blancos e inodoro), quedan por encima del punto de exposición correcta, y en general toda la imagen se ha aclarado, lo que le ha venido bastante bien.
 
   Bajo el histograma, aún tenemos varios parámetros más de configuración de la luz, seleccionando variar la cantidad de luz en las zonas oscuras (Sombras), en las claras (altas luces) o en el equilibrio entre ambas (Contraste). Puesto que la imagen está bien contrastada, y por no hacer el retoque mucho más largo, lo dejaremos como está. Lo mismo sucede con el color, también podemos variarlo a gusto, aunque esto lo tocaré un poco más adelante.
 
   Estos son los comandos que más van a afectar a nuestra imagen. Como podéis ver, hay más pestañitas, pero bastante os he mareado ya, y como podréis observar, el resultado de la imagen comparando la elección de la cámara con la que finalmente ha sido la nuestra es sensiblemente diferente:
 
 
 
Dos interpretaciones muy diferentes de la misma imagen, ¿con cual os quedáis?
 
 
   Como podéis ver, gracias a que en el formato raw no se desecha la información que la cámara considera innecesaria, podemos aprovecharlos para decidir que aspecto final ha de tener la imagen, en lugar de dejar la decisión a un microchip sin sentimiento.
 
    Pero no lo vamos a dejar todavía aquí. Pensad que en el monitor del ordenador las imágenes son pequeñitas y no podemos apreciar ciertos defectos que hay presentes en la imagen, y que también podemos intentar mejorar. Recordad que aunque a este nivel no lo podamos ver, la foto está ligeramente desenfocada. Supongamos realmente que esto no es un balcón de la alhambra y es lo que parece, un water. Es igual, la estrella de la foto es nuestro modelo, así que aprovecharemos los tropecientos megapíxeles de nuestra cámara para hacer un gran recorte de la imagen y quedarnos sólo con él.
 
 
 
¿Quien dijo que un furby no tiene expresión en su cara?.
Una gran interpretación del símbolo "¬¬".
 

 
  En esta ampliación podemos ver ya más cláramente otros dos defectos de la foto original. El ya mencionado de la nitidez (Como veis, aunque el desenfoque no es exagerado, no hay definición en la imagen), y por otro, unos colores excesivamente fuertes que no se ajustan a la realidad.
 
   Tratemos de mejorar un poquito más la imagen. Seguimos pues avanzando. Siguiente parada... El esquema de color.
 
   Cuando me compré mi primera réflex y vi las primeras imágenes, la sensación fue de... Que colores más sosos. Cuando investigué un poquito más, pude observar que por defecto, mi cámara aplicaba un esquema de color que se llamaba estándar. Acostumbrado como estaba a los colores brillantes y saturados de las cámaras compactas, trasteé hasta llegar al esquema de color "paisaje" que es el más cercano a mis gustos. El problema es que en los retratos, esa saturación del color hace que los tonos de piel no queden muy naturales. En el caso del pelaje del furby pasa lo mismo. La luz cálida ha potenciado el pelito rojo del animalillo, y queda poco natural. Así que he decidido cambiar el esquema de color. Algo tan fácil como ir a la pestañita de "estilo de imagen" y elegir el modo que más natural me parezca (O el que más le guste a cada uno). En este caso, el más ajustado a la realidad resulta ser el modo retrato.


Misma cara de resignación, pero sin hacerle tanto daño a nuestras pobres pupilas.
 
 
   Esto ya está mejor. Mi furby es llamativo pero no brilla en la oscuridad. Esto es mucho más cercano al color natural de su pelaje.
 
 
   Vamos por último a tratar de solucionar, en la medida de lo posible, el asunto del desenfoque. Para ello, modificaremos el parámetro "nitidez" y elegiremos el de "máscara de enfoque" que nos permite más opciones en las que trastear:
 
 
"Máscara de enfoque". Le dices a cualquiera que le has aplicado una máscara de enfoque a la imagen y quedarás como todo un profesional del photoshop ;-)
 
 
 
 - "Fuerza... Radio... Umbral... ¿No te estás pasando un poco Diadoro?. Se supone que el blog es para explicarnos las cosas sencillitas, y a mi ya me está entrando dolor de cabeza..."
 
 
   No os calentéis la cabeza. Si, cada parámetro sirve para algo, pero no voy a entrar en detalle. Probad a modificar cada uno de ellos y dejadlos como mejor os parezca. En este caso, yo lo dejaré así:
 
 
 
 
¡Pero si parece que lo haya enfocado bien adrede!
 
 
 
      Muy bien. Ya tenemos a nuestro modelo más nítido y vamos a dar la fotografía por "revisada". Comparemos el resultado con el recorte del jpg original:
 
 
 
 
Os lo prometo, es la misma foto.
 
 
   Increíble, ¿verdad?. Pues todo esto gracias a que en formato raw, no se desecha ningún dato de la imagen.
 
- "Bueno, a ver Diadoro... Eso está muy bien, pero yo tengo algún programita de estos de retoque fotográfico y también he podido retocar imágenes jpg. Tampoco es tanta ventaja".
 
   Ok, es cierto. Una imagen jpg también se puede retocar. ¿Entonces? ¿porque complicar la cosa con otro formato?.
 
   La diferencia está en el origen de los datos. Mientras que en el jpg contamos con la información que hay en la imagen, en raw echamos mano siempre de la información original. Esto significa que en jpg, a cada modificación que le hagamos a la imagen, perderemos información que no podremos volver a recuperar, mientras que en raw no perdemos información porque la tenemos toda guardadita.
 
- "Diadoro. Te empeñas en hablarnos de "información", pero esto es una foto. Explícate".
 
  Información hablando como hablamos de formatos gráficos es sinónimo de detalle. De calidad de imagen. Como muestra, un botón. He tratado de "retocar" la misma imagen partiendo, en lugar del fichero raw, del jpg. A pesar de que el software de retoque fotográfico puede hacer maravillas con cualquier tipo de fichero, y la imagen ha mejorado bastante con respecto a la original, vais a poder apreciar la diferencia:
 
 
 
Mejor, pero... Le falta chispa
 
 
 
   Aunque el jpg retocado (parte superior) mejora considerablemente con respecto al original, podéis ver que tanto los colores del furby, como los detalles del dibujo del azulejo trasero, conservan una textura mucho más detallada en el raw corregido (parte inferior). Y pensad que esto ha sido solo cambiar un balance de blancos, dar un poco más de luz, cambiar el esquema de color y enfocar un poco. Esta es una imagen con una exposición correcta y el jpg no estaba muy dañado. Pensad en todas esas imágenes con tanta luz que el detalle queda anulado, o tan oscuras que no somos capaces de ver nada...
 
 
   - "¡Estupendo Diadoro!. Me has convencido, a partir de ahora, todas mis fotos serán en raw"
 

Entonces... ¿Porque no olvidarnos del jpg?

 
   Al igual que no hay cámaras buenas o malas si no cámaras para unas necesidades u otras, con el formato de las imágenes sucede lo mismo.
 
   Aunque tras este ejemplo pudiera parecer que disparar en formato raw si se tiene la posibilidad es una obligación, no todo son ventajas, y para mucha gente el jpg puede continuar siendo una mejor opción.
 
   Las ventajas del raw ya os las he explicado, ¿cuales son sus desventajas?:
 
  - El tamaño de los archivos:
 
      Como ya os he comentado, los ficheros raw guardan toda la información que capta el sensor, y es un formato que no optimiza el espacio. La imagen de ejemplo, obtenida con mi nueva flamante réflex de 18 megapíxeles ocupa la friolera de 11,2 Mb.... ¡En jpg!. El raw ocupa... 22,6 Mb. Una sola foto. Esto supone, además de necesitar tarjetas de memoria más grandes, que al precio actual es casi lo de menos, un ordenador con potencia y memoria suficiente para poder manejar semejante tamaño de fichero con la fluidez necesaria para que retocar las imágenes no se convierta en un suplicio.
 
   Si a esto unimos el hecho de que nos hemos acostumbrado a guardar todas las imágenes que hacemos en el ordenador, puede hacer que vayamos llenando discos duros de varios teras como quien llena garrafas de agua en un manantial de la sierra.
 
  - Post-procesado obligatorio:
 
    Los ficheros raw, son, como ya he comentado, un simple listado de información. Además, llevan incrustados los datos de la interpretación de la imagen que ha hecho el procesador. Para poder convertir la imagen a un formato gráfico, hay que pasar por el ordenador. Retoquemos la imagen o no. Aunque tan solo sea para dar el visto bueno. Y esto que, en una sesión de fotos al furby pueden ser dos docenas de imágenes y no tiene demasiada importancia, a la vuelta de un viaje de dos semanas a China pueden ser tranquilamente varias horas de proceso. No os cuento ya si hay que ir imagen por imagen revisando luces, tonos, balances de blancos...
 
   Esta es la razón por la que al proceso de procesar el fichero raw para convertirlo en un jpg se le llama muchas veces "revelar".
 
 
   - No es un formato universal:
 
     El formato jpg es un estándar, y lo necesitaremos allá donde vayamos. Subir una foto a facebook, llevarla en un pendrive para verla en una tele o pasársela a los amigos, enviar las fotos a imprimir...  Ninguna de estas cosas las podremos hacer con un raw. Más allá de los programas de retoque fotográfico, pocas cosas saben "leer" un fichero raw. Ni tu móvil, ni la tablet del vecino... Esto nos lleva obligatoriamente al punto 2.
 

¿Es necesario todo esto si al final me gustaba la imagen tal cual la interpretó la cámara?.
 

Conclusion:

 
    Pues eso. Disparar en raw está muy bien, pero es un auténtico coñazo. Muchos de vosotros os habéis comprado una réflex o una compacta de gama alta sencillamente porque hacen mejor las fotos, y no tenéis ni tiempo ni ganas de estar trasteando cientos de fotos en el ordenador.
 
   Las cámaras actuales hacen muy bien su trabajo en la mayoría de las situaciones, por lo que lo mejor es que cada uno de nosotros, conociendo como conocemos ya lo que significa disparar en raw, decidamos que es lo mejor.
 
 
 - "¿Y tú Diadoro? ¿Que formato utilizas?"
 
 
   Antes de responder a esta pregunta os diré lo que digo siempre con las cámaras. Lo que es la mejor opción para mi, no significa que sea la mejor opción para todo el mundo.
 
   Yo disparo siempre en raw. Las reviso y las clasifico en tres tipos. Las malas ni las toco. Las que me gusta como quedaron tal cual las interpretó la cámara, las paso a jpg tal cual. A las que le veo potencial de mejora, las retoco. Apenas suelo dedicar más de un minuto a cada una de ellas. Un par de toquecitos y solucionado. Tan solo a las imágenes muy importantes o las que voy a imprimir en papel les dedico más atención. Incluso si lo merecen, pasan a photoshop. Pero el tiempo es escaso, y hay que optimizarlo. No lo perdamos si la imagen no merece la pena.
 
   A los que después de todo este rollazo del asunto del raw les pique la curiosidad y se quieran atrever, les propongo una cosa. Continuad disparando en jpg las fotos de siempre. Con las que os apetezca trastear, elegid el modo jpg+raw y practicad sin miedo ninguno de fastidiar el original. Una vez ya tengáis práctica suficiente para poder valorar si os merece la pena, actuad en consecuencia.
 
   Pues nada más por hoy (Y nada menos, probablemente uno de los artículos más largos y densotes del blog).
 
  Ya sabéis que como siempre, estoy a vuestra disposición para cualquier cosita en http://www.facebook.com/diadorosphotoguide
 
   ¡¡Y si queréis, me podéis subir vuestras fotos y practicamos juntos el proceso de "revelado" de un raw!!
 
   ¡¡HASTA LA PRÓXIMA!!








2 comentarios:

  1. Hola Diadoro, quería felicitarte por tu blog. Me está siendo muy útil para ir aprendiendo más en esto de la fotografía. Voy lento, pero presto atención, jajaj.
    Muy buena información.

    Saludo!

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    1. Buenas Ariel. Muchas gracias. Me alegro de que el blog te esté siendo útil. Si te sirve de consuelo, yo también voy más lento de lo que quisiera publicando artículos, así que vamos a la par. ;)

      Saludos!

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